La expatriación: una oportunidad para crecer, por Xavier Mitjavila
Nos llega el día. Esa promoción que estábamos esperando y por la que habíamos luchado tanto, finalmente llega. Pero esta vez, la propuesta no llega para quedarnos en casa, en una nueva posición, con mayor responsabilidad y mayor sueldo. Esta vez es para irnos al extranjero. Es nuestra primera expatriación y será la primera ocasión en la que, ante una promoción, podemos dudar. ¿Hay que aceptar? ¡Siempre! La expatriación, sin duda alguna, nos va a sacar de nuestra “comfort zone” y nos mandará directamente hacia la “stretch zone”, el nuevo lugar en el que se pondrán a prueba todas nuestras capacidades y, sobretodo, nuestras carencias. La zona en la que, si sobrevivimos, creceremos más y más rápidamente. A menudo, interpretamos las expatriaciones únicamente como una oportunidad profesional y, si sólo las vemos así, cometeremos un grave error. Uno de los principales aprendizajes de haber vivido 16 años en el extranjero es que no deberíamos entender la expatriación única y ex